
Los radicales libres no son malos en esencia, ya que estando en forma equilibrada sirven para combatir determinadas bacterias y virus que luego neutraliza con unas enzimas capaces de desarmarlos sin quedar desestabilizadas. El tabaco, el alcohol, la polución, la radiación solar, el exceso de grasa en la alimentación, la falta de micronutrientes y gran parte de los factores externos potencian su poder destructivo, mientras que los antioxidantes naturales son la manera más efectiva de combatirlos.
Si los radicales libres son los malos de la película, los antioxidantes trabajan de super héroes: los captan, detienen y
reparan sus daños.
Dra Sandra Milovich
Medicina Estetica Bio-Ortomolecular
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